La forma en la que el ser humano de interactúa con la cultura ha ido cambiando con el paso de los años. Los últimos 15 años han estado marcados por un cambio radical en cuanto a la forma de comunicarnos, en general.
En la industria musical esto es muy notorio. En pocos años los discos físicos y, hasta los reproductores de música en mp3 o mp4, han caído en el olvido y han muerto.
En la industria editorial esto no es tan reseñable. Sin embargo, en el metro hay la misma gente leyendo en una pantalla que abriendo un libro de papel.
El primer dispositivo que permitía leer un libro digital fue el Rocket ebook, desarrollado por Nuvo Media en 1998.
El sector no ha cambiado casi nada en cuanto a innovación en los últimos años. Amazon lanzó Amazon Kindle en 2007, su propio dispositivo para leer libros electrónicos. Para esa fecha autores como Stephen King ya habían publicado novelas en formato digital, Michael Hart había creado el proyecto Gutenberg con el fin de digitalizar libros y distribuirlos electrónicamente y de forma gratuita y grandes editoriales como Grupo Planeta o Penguin Random House, ya estaban vendiendo libros electrónicos.
Según el Informe 2019 sobre Evolución del mercado digital (ebooks y audiolibros) en España y América Latina, las ventas de libros digitales aumentaron un 60% con respecto a 2017. Este informe lo realiza la plataforma de distribución Bookwire.es, en colaboración con DosDoce.com. Estos datos continúan evolucionando favorablemente, tal como podemos ver en el Informe 2021 sobre Evolución del mercado digital, publicado por la misma entidad.
Hay varios motivos para que se dé este crecimiento exponencial en la venta de libros electrónicos. Uno de ellos es que son mucho más baratos que los libros físicos, puesto que producirlos también es mucho más barato. Otro de ellos es la comodidad de tener todos tus libros en un solo dispositivo y ahorrarte ese espacio en las estanterías de casa.
No obstante, en los últimos años ha entrado un nuevo factor en juego. Se trata de los audiolibros. Según este mismo informe, la venta de audiolibros genera entre tres y cinco millones de euros en España.
El informe también refleja que lo más usado para comprar y escuchar audiolibros son plataformas que se dedican a esto, como Storytel, Audible o Kobo. Tras ellas se encuentran Google Play o iTunes y en el tercer puesto plataformas streaming como Spotify o Deezer.
Los audiolibros son otra nueva forma de leer que, curiosamente, no implica leer sino escuchar. Quizá sea un buen método para aquellas personas a las que les da más pereza abrir un libro o, simplemente, la acción de leer.
Aplicaciones como Pocket, que sirve para guardar artículos que quieres leer más tarde, ya cuentan con una función que permite que escuches los artículos que más te interesan, en lugar de inclinar la cabeza en el transporte público o en el sofá, para realizar la acción de leer.
Como se ha mencionado, una de las plataformas que más fuerza ha cogido en el mercado en los últimos tiempos es Storytel. Esta empresa sueca se fundó en 2005, pero no fue hasta hace dos años cuando comenzaron en este ámbito teniendo 1500 títulos y dos estudios de grabación. Hoy en día cuentan con 25 estudios y más de 40 000 audiolibros disponibles en su particular biblioteca.
Como bien se apunta en este artículo de El País, el audiolibro puede ser la opción perfecta para la gente que tenga poco espacio en su día a día para leer o quiera aprovechar para hacer otras cosas al mismo tiempo. Esto está propiciado por los nuevos formatos de comunicación y difusión de contenidos. Somos multiplataforma y, en ocasiones, esto impide que hagamos solo una cosa a la vez. Por ello, el notable crecimiento de Storytel y de los audiolibros, en general, es algo que no debería sorprender a nadie.
El Premio Planeta 2018, Yo, Julia, escrito por Santiago Posteguillo, ha sido adaptado a este formato con más de 25 horas de audio.
Al igual que Spotify, Storytel funciona con un sistema de suscripción. Si pagas la suscripción, puedes llevar contigo una enorme biblioteca de libros de los que, solo prestando atención, puedes disfrutar.
En Spotify también se puede encontrar este tipo de contenido. Aunque, al estar especializada en música es mucho menos frecuente y, en ocasiones, es complicado encontrar un buen audiolibro en el idioma deseado. Pero, al igual que pasó con los podcasts, es probable que cada vez más, el formato salga del mercado estadounidense y vaya proliferando más en otros países y otras lenguas.
Pese a todo, los más románticos no renuncian a abrir un libro y oler y tocar sus páginas y los más alarmistas ya están asustados pensando que el libro físico va a desaparecer en cualquier momento. Puede que esto sea así, pero a día de hoy los tres formatos (lectura física, lectura en pantalla y audiolibro) conviven en relativa armonía y contribuyen a que se siga difundiendo la cultura.
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