¿Tienes interés en realizar nuestro Máster en Industrias Culturales y Creativas o cualquier otra formación relacionada con la gestión cultural pero aún no lo tienes claro? Te traemos 5 motivos de peso, extraídos de nuestra experiencia docente y de la de nuestro alumnado, que te harán decidirte a emprender una aventura que te abrirá un mundo de oportunidades profesionales en el ámbito de la cultura y las industrias creativas.
5 Motivos por los que formarte en Gestión Cultural
1. Porque es una profesión cada vez más demandada
La gestión cultural es una profesión que en los últimos tiempos ha ido ganando en reconocimiento y popularidad, y de hecho cada vez podemos encontrar más ofertas de empleo, tanto en el sector público como en el privado, demandando este puesto, que era prácticamente desconocido para el gran público hasta hace unos años.
Desde el resurgir por todo lo alto de los festivales de música tras el parón impuesto por la pandemia por coronavirus, hasta aumentos históricos de las partidas presupuestarias públicas para Cultura, el sector ha renacido de sus cenizas y se reivindica como un motor económico, un aliciente para el modelo turístico, y una parte fundamental de la vida pública y de desarrollo personal para toda la población.
2. Porque tiene unas salidas laborales extensas
Si pensamos en cuál es el campo de acción de un gestor cultural, podemos citar infinidad de lugares y ámbitos en los que puede ejercer su profesión: ayuntamientos, diputaciones, gobiernos, fundaciones, bibliotecas, museos, galerías de arte, escuelas de arte, música o danza, festivales, editoriales, productoras audiovisuales, auditorios, teatros, instituciones y empresas relacionadas con el turismo y el patrimonio, universidades, consultorías legales… Y en los ámbitos de la música, el cine, las artes escénicas, la danza, las artes plásticas, el patrimonio, la historia, la literatura, la arquitectura…
La cultura, como concepto amplio que es, permite al gestor cultural aplicar sus conocimientos en multitud de proyectos, por lo que las posibilidades laborales del gestor al terminar su formación se multiplican.
3. Porque es un perfil polivalente, versátil y resolutivo
Si atendemos a la misma definición de gestor cultural nos podemos dar cuenta de que es un perfil que debe saber hacer de todo: gestionar presupuestos y contrataciones a proveedores y artistas, diseñar políticas culturales, negociar patrocinios y mecenazgos, gestionar y asesorar sobre cuestiones de legislación y derecho cultural, organizar eventos, establecer estrategias de comunicación y marketing, dirigir la gestión económico-financiera del proyecto, gestionar los recursos humanos, colaborar y establecer relaciones con empresas e instituciones públicas… Un gestor cultural es un profesional todoterreno, experto en “resolver problemas”, materializar ideas, dinamizar el sector cultural, conectar a artistas con el público, y hacer que el engranaje cultural de la sociedad funcione correctamente.
Esta versatilidad y polivalencia convierten al gestor cultural en un perfil muy demandado por las empresas e instituciones de la actualidad, que ven en él/ella a un profesional fiable, pragmático y capaz de hacer frente a distintas situaciones y problemas, y de realizar una gestión global que economice recursos, tanto humanos como económicos.
4. Porque proporciona una gran satisfacción personal
La Organización de las Naciones Unidas ya lo dejó claro en sus famosos Objetivos de Desarrollo Sostenible para el año 2030: la cultura es una herramienta fundamental para la consecución de los objetivos, y el acceso equitativo a la cultura, la generación de empleo cultural y el acceso a espacios relacionados con este ámbito son algunos indicadores temáticos incluidos en el documento creado por la ONU. Los gestores culturales, mediante su labor, contribuyen a alcanzar estos objetivos, y a lograr así una sociedad más justa, sostenible e igualitaria.
Por otro lado, sobra decir que la cultura está íntimamente vinculada a aquello que nos gusta en la vida: disfrutar de un concierto con amigos, emocionarnos con una película, descubrir nuevos artistas, acudir a un espectáculo de danza… Su conexión con la belleza, el ocio, las pasiones y el desarrollo personal convierten a la cultura en un ámbito muy satisfactorio en el que trabajar, además de un sector con bastante prestigio laboral. ¿A quién no le gustaría ver su currículum vinculado a la realización de festivales famosos, instituciones de prestigio y proyectos interesantes y apasionantes? ¿Quién no querría que su esfuerzo y trabajo se tradujera en ver a un público emocionado y entretenido? Los gestores culturales están de acuerdo: pocas profesiones proporcionan una mayor satisfacción personal que esta.
5. Porque se puede estudiar desde cualquier parte
Si aún no sabes si embarcarte en la aventura de formarte en gestión cultural, uno de los motivos que pueden hacer que te decantes por ello es la gran flexibilidad que suponen este tipo de programas formativos.
Muchas universidades y escuelas de formación especializadas son conscientes de que el perfil que quiere formarse en gestión cultural es en muchas ocasiones alguien que ya se encuentra trabajando en las industrias culturales y creativas, en multitud de áreas o disciplinas (danza, música, artes plásticas, museos…), y quiere encaminar su carrera profesional a la gestión. Por eso, programas formativos online como el Máster en Industrias Culturales y Creativas permiten tanto a estudiantes como a profesionales completar la formación con flexibilidad y la comodidad de poder realizarlo de manera online, sin importar en qué países residas o cuáles sean tus horarios preferentes.